martes, 12 de octubre de 2010

MIRA EN TU JARDIN


MIRA en tu jardín las rosas entreabiertas, y nunca los pétalos caídos.
OBSERVA en tu camino la distancia vencida y nunca lo que falte todavía.
GUARDA de tu mirar los brillos de alegría y nunca las nieblas de tristezas.
RETEN de tu voz carcajadas y canciones y nunca los gemidos dolorosos.
CONSERVA en tus oídos las palabras de amor y nunca las de odio.
GRABA en tus pupilas el nacer de las auroras y nunca tus ponientes lastimosos.
CONSERVA en tu rostro las líneas de las sonrisas y nunca los surcos de tu llanto.
CUENTA a los hombres el azul de tus primaveras y nunca las tempestades de verano.
GUARDA en tus mejillas solo las caricias disfrutadas, olvida las bofetadas recibidas.
CONSERVA de tus pies los pasos rectos y puros, olvida los caminos equivocados.
RECUERDA con placer tus escaladas, olvida las desilusiones del descenso.
RECUERDA los días en que fuiste agua limpia, olvida las horas en que te sentiste pantano.
CUENTA y muestra las medallas de tus victorias, olvida las cicatrices de derrotas.