jueves, 16 de agosto de 2012

SEXO POR DINERO




Como ha cambiado el sistema, nos estamos devorando cual animales en la selva, queriendo salir adelante ofreciéndonos al mejor postor, queriendo con ello validar nuestra estima o sabernos que estamos en el mercado y que vamos por buen camino, nos creemos lo que nuestros “amigos” nos dicen como si fueran unos neófitos queriendo que exploraremos lo desconocido y con un final que solo Dios sabe, ingresamos en ese mundo habidos de desconocimiento, con las bolsas vacías queriendo encontrar el dinero suficiente que nos de esa estabilidad económica que soñamos, con sueños de la aceptación del mundo que nos rodea, sin saber que el mundo solo quiere cogernos… desprevenidos, con los respectivos peligros que ello denota, ingresando a algo que por sus magnitudes no sabemos hasta donde podríamos llegar, las drogas no se nos hacen esperar, el licor es nuestro eterno acompañante y luego de todo la soledad es nuestra almohada.

Que intentamos probar, de quien estamos huyendo, cuánto tiempo estaremos en el mercado sin devaluarnos, cuantas enfermedades tenemos que pasar para aprender por nuestros propios medios, el VIH puede ser nuestro acompañante por el resto de nuestra vida, o puede ser el que nos arrulle a muy temprana edad, cuanto nos queremos como para proseguir en estas cadenas de sufrimiento, que es lo que nos hará recapacitar y volver a la senda que de niños nos trazamos, será que no nos importamos o queremos probarnos que podemos estar en medio del torbellino y aún así salir con vida sin un rasguño, cuanto podrá aguantar nuestro corazón el desprecio con el cual nos mirarán algunos de los que nos endulzan los oídos…

Son demasiadas preguntas y muy pocas las respuestas que encuentro para tan difícil decisión de vendernos y obtener dinero a cambio de sexo.

Sergio Vásquez
Ombres