¡QUIERO VIVIR!

Cuantas veces no has escuchado la palabra ¡Quiero vivir! Claro han sido muchas o quizá ninguna, de repente no le has puesto la atención del caso, quizá no te interese si alguien está bien o mal de salud, puede que no te hayas enterado que tu mejor amigo, pareja, hermano, padre, etc., la está pasando muy mal y que quizá no lo diga, pero sus acciones lo transmiten, no digamos alguien con diagnóstico complicado, un cáncer, un VIH+, una hepatitis C, una depresión, pueden ser tantas y tantas la enfermedades que nos estén acogiendo en determinado momento de nuestras vidas.

Pero centrémonos en aquellas silenciosas, las que un día estás y al otro quizá ya no,
¿ya has visitado a esa persona que probablemente esté necesitando de tu presencia?

Le has demostrado tu agradecimiento, tu amor, tu compañía, tu amistad.

Somos muchas las personas que quizá no demos señales de lo mal que la podemos estar pasando y que necesitamos de una buena charla, un buen amigo, alguien de quien aferrarnos para continuar en esta vida.

Muchos gritamos que queremos seguir viviendo y no nos escuchan.
Alguien que quiere morir no pide ayuda, alguien que no quiere morir pide lo contrario, quiero vivir, pero no me dejen solo, el estar solo no significa que literalmente necesitamos estar solos, necesitamos de tus comentarios, de tus recuerdos, de tus alegrías, de tenerte presente en todo momento, no digo que estés todo el día con esa persona, solo recuérdate de no olvidarlo, cuando estamos en depresión es mayor la necesidad de tu presencia, quizá en oraciones, en llamadas, en pensamiento, en las redes, todo es válido para no olvidarnos de las personas importantes en nuestras vidas.
Claro que si no te interesa es porque jamás fuiste el amigo, la ex pareja, el hijo, la madre, el padre que hemos querido tener, fuiste solo una estrella fugaz en el laberinto de los deseos o el espermatozoide que fecundo el óvulo y que te hizo padre o madre, aunque toda tu vida hayas estado ausente.

Cuando presientas que alguien necesita de tu saludo, no dudes en llamarlo, en acercarte, en preguntar, sino directamente, a través de alguien más, pero no olvides al ser que en algún momento de tu vida fue importante y que quizá no lo vuelva a ser, no guardes rencor, perdona, perdónate, ama, vive, pero si tu corazón escucha ese ¡Quiero vivir! Es por algo, sigue tu intuición.

Sergio Vásquez
Ombres