Cuenta la tradición que, en cierta ocasión, un bandido
llamado Angulimal fue
a matar a Buda. Y Buda le dijo:
*Antes de matarme, ayúdame a cumplir un
último deseo: -
Corta, por favor, una rama de ese árbol.
Angulimal
le miró con asombro, pero resolvió concederle
aquel extraño último deseo y
de un tajo el bandido hizo lo
que Buda pedía. Pero luego Buda añadió: -
Ahora, vuelve a
pegar la rama al árbol, para que siga floreciendo*. - Debes
estar loco -contestó Angulimal- Si piensas que eso es