“La espiritualidad es
mirar a tu vecino y comprender que su mal humor es causa de su dolor, y no
sentirte ofendido.
Espiritualidad es que las
cosas no salgan como tú deseas y aceptar que así ha de ser para tu aprendizaje.
Espiritualidad es hacerte
responsable de tus circunstancias, es no creerte la víctima, es no culpar a
nadie de lo que te sucede.
Espiritualidad es vivir
en la alegría, o en el silencio, o en el bullicio, o en la tormenta, o en la
luz, o en la oscuridad, vivir lo que la vida te propone, sin pretender que sea
otra cosa.
Espiritualidad es
comprender que si te enfermas, no solo hay que atender los síntomas físicos,
sino también ver que emociones no estás gestionando, y atender que lo que hace
tu cuerpo es mandarte un mensaje.
Espiritualidad es caminar
disfrutando de cada paso del camino, independientemente de lo que te suceda. Es
atender las emociones sin identificarte con ellas. Es cuidar tus pensamientos y
tus palabras. Es ser coherente y mantener la autenticidad en todos los
ambientes y en todas las circunstancias.
Espiritualidad es
abrazarlo todo. Es amar el mundo tal y como es, con todo lo que contiene. Sin
juzgarlo, sin quejarte, sin poseer.
Espiritualidad es
compartir, es estar en paz. Es dejar que cada uno viva como le plazca. Es
comprender que nada es real y que a la vez, hay que ser impecables a la hora de
jugar la partida de la vida.
Y no hablo de religión,
no hablo de dogmas, no hablo de pecados, no hablo de creencias, no hablo del
bien y del mal, no hablo de iglesias, ni de maestros, ni de normas.
Hablo de lo que late
cuando consigues parar y mirar hacia dentro, y te das cuenta de que no tendría
sentido la vida, si solo fuéramos materia.
Si solo estuviéramos aquí
para pasar el rato. Si solo fuéramos un puñado de carne, de vísceras, de
arterias. Si solo fuéramos un deseo atrapado en un cuerpo, sin un alma que
anhela sentir de nuevo, el amor del que sin duda forma parte.
#ESPIRITUALIDAD
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